¿Cuáles desafíos del siglo XXI viviremos en nuestras escuelas este 2019?

Educación del siglo 21

Durante 2018 el sistema educacional chileno vivió una serie de cambios que apuntan al mejoramiento escolar. El más relevante, fue la implementación de la Ley N° 21.040, que crea un nuevo Sistema de Educación Pública, que transfiere la administración de jardines, escuelas y liceos municipales a 70 nuevos Servicios Locales de Educación Pública.

Por otra parte, temas como la migración y el movimiento feminista, tensionaron a las comunidades escolares, impulsando un debate de la sociedad sobre los desafíos pendientes de la educación en cuanto a diversidad, equidad y calidad.

Como equipo de educarchile nos sumamos a la reflexión, presentándote lo que según nuestro punto de vista, serán los desafíos para el mejoramiento escolar 2019, bajo una mirada de lo que se requiere para avanzar hacia una educación acorde al siglo XXI.

La diversidad de los estudiantes es un gran desafío en las aulas chilenas
estudiantes chilenos

1. Formar a las nuevas generaciones para un entorno incierto

Los centennials, son las personas nacidas después del año 2000, es decir, los estudiantes que hoy están presentes en las escuelas. Según Marc Prensky, profesor y fundador de The Digital Multiplier -organización dedicada a eliminar o paliar la brecha digital que subyace hoy en la enseñanza y en el aprendizaje en todo el mundo-, estos nativos digitales se caracterizan por trabajar en red, querer recibir la información de forma ágil e inmediata, y sentirse atraídos por multitareas y procesos paralelos, lo que dista de una educación centrada en charlas teóricas.

Drones, big data, inteligencia artificial, realidad aumentada, entre otras tecnologías, están cambiando a nuestra sociedad de forma acelerada y vertiginosa. Las escuelas no alcanzan a ponerse al día para formar a estos centennials que a los 30 años trabajarán en una ocupación que hoy no existe y aún no podemos imaginar. ¿Cómo formar para la incerteza e incertidumbre a niños y niñas que aprenden de manera distinta a la de los adultos?

2. Garantizar una educación de calidad e inclusiva a los niños migrantes

Según el Mapa de los estudiantes extranjeros en Chile, publicado en 2018 por el Centro de Estudios del Mineduc, en los últimos cuatro años se ha cuadruplicado el número de escolares extranjeros: si en 2015 los alumnos migrantes en el sistema escolar chileno sumaban 30.625 (0,9% de la matrícula total); en 2018 esta cifra ascendió a 113.585.

Estos datos nos muestran una población escolar multicultural, lo cual constituye un desafío para el sistema educativo, que de acuerdo con la Política Nacional de Estudiantes Extranjeros 2018-2022 debe garantizar el acceso a inclusión de niños y niñas provenientes de otras latitudes. ¿Cómo trabajar con la diversidad y reflejarlo en el Proyecto Educativo Institucional (PIE) o Plan de Mejoramiento Educativo (PME)? ¿De qué manera abordar las barreras idiomáticas pensando en el currículum? Esas son algunas interrogantes que deberíamos resolver este 2019.

3. Avanzar hacia un diseño universal en el aula para una inclusión efectiva

La instalación del Decreto N°83/2015, aprueba criterios y orientaciones de adecuación curricular para estudiantes con Necesidades Educativas Especiales (NEE) pertenecientes a la educación parvularia y básica. Según esto, directivos y docentes deben elaborar un Plan de Adecuación Curricular a cada alumno o alumna con NEE de la escuela, considerando sus necesidades educativas individuales y contextuales, recursos humanos y materiales involucrados, entre otros aspectos.

Con esta disposición, se transita desde un modelo centrado en el déficit hacia un enfoque educativo en donde la mirada se sitúa en el carácter interactivo de las dificultades del aprendizaje. Los niños y niñas con NEE ya no deben trabajar en una sala especial, sino en la misma sala que sus compañeros, lo que sin duda es un avance en aulas inclusivas.

Sin embargo, aún falta que los educadores reciban capacitación y herramientas para que estén preparados frente a la diversidad de su sala de clases. En este sentido, un desafío mayor, es el diseño universal para el aprendizaje, es decir, considerar un enfoque de enseñanza dirigido a cubrir las necesidades de cada alumno.

4. Buscar estrategias para aprovechar los tiempos no lectivos

La Ley 20.903, que crea la nueva carrera docente, establece que a partir del inicio del año escolar 2019, las horas de docencia de aula para un contrato de 44 horas no podrán exceder de 28 horas con 30 minutos, tanto en los establecimientos en régimen de Jornada Escolar Completa Diurna como en aquéllos con jornada única. Con esto, se busca aumentar las horas no lectivas para que los profesores puedan realizar labores educativas complementarias al aula.

No obstante, la realidad es que en las escuelas cuando existen licencias médicas, los docentes reemplazan a sus colegas haciendo uso de sus horas no lectivas. Por otra parte, no todos los establecimientos cuentan con las condiciones ni espacios para trabajar esas horas. Un desafío para los colegios y liceos, es que exista una agenda para aprovechar el tiempo no lectivo, por ejemplo, estableciendo un desafío o habilidades a desarrollar de manera colaborativa

Como equipo de educarchile esperamos que esta reflexión te permita abrir conversaciones en tu escuela, en especial, en torno a nuevas metodologías y sistemas de gestión para directivos. ¡Te invitamos a compartir tu mirada sobre los desafíos para la educación del 2019 en nuestras redes sociales!

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