Cuando los estudiantes son desafiados a resolver problemas deben pensar, porque en un problema la estrategia de solución no resulta obvia de forma inmediata. Y cuando trabajan en equipo en busca de una solución, combinan esfuerzos e ideas y se motivan en conjunto, para encontrar la mejor posible. Hoy, donde como humanidad nos encontramos frente a problemas sin precedentes en su magnitud, es cuando más evidente se ha hecho la necesidad de resolver situaciones en concierto y cooperación con los demás, combinando esfuerzos e ideas. Cuando abordamos la resolución de problemas desde el aula, estamos fomentando el desarrollo de una de las competencias clave para el presente y para el futuro de todos los niños y niñas.
La resolución de problemas es sin duda una llave para el aprendizaje integral de los estudiantes. Involucra todos lo que los niños saben de una situación, así como lo que pueden observar en ella, y los insta a probar soluciones que les hacen pensar, asumiendo riesgos, así como procesos metacognitivos para comprobar resultados y reflexionar sobre lo realizado.
"La competencia para la resolución de problemas es la capacidad del individuo para emprender procesos cognitivos con el fin de comprender y resolver situaciones problemáticas en las que la estrategia de solución no resulta obvia de forma inmediata. Incluye la disposición para implicarse en dichas situaciones con el objetivo de alcanzar el propio potencial como ciudadano constructivo y reflexivo". (1)
La resolución de problemas puede ser un proceso individual, pero también y cada vez más crecientemente, un habilidad colectiva, colaborativa. En la medida en que nuestro contexto comparte globalmente los efectos de las crisis -sanitaria, económica, social-, hoy más que nunca se requiere de personas capaces de resolver problemas en conjunto con otros, compartiendo "la comprensión y el esfuerzo necesarios para llegar a una solución y mancomunar conocimientos, destrezas y esfuerzos para este fin” (2).
Resolver problema en equipo involucra distintas habilidades y destrezas cognitivas, colaborativas y creativas, como una división eficaz del trabajo, la incorporación de información desde perspectivas múltiples y la mejora de la calidad en las soluciones, a través de la adopción de las distintas ideas de los miembros del equipo.
Resolución de problemas y currículum
Dada su riqueza y potencial, este proceso puede, debe ser promovida desde el aula, con el o la docente como guía del aprendizaje. De hecho, la resolución de problemas se encuentra explícitamente en distintas asignaturas y alcanza especial relevancia en la asignatura de matemática, donde cubre el 50% de las habilidades del currículum (entendiendo que la comunicación de resultados también forma parte de la RdP), y está presente en Objetivos de Aprendizaje de la mayoría de los Ejes temáticos y va creciendo según progresión de los aprendizajes de 1° a 6° básico (y siguientes). Asimismo, permite el fortalecimiento de todas las actitudes:
- Manifestar curiosidad e interés por el aprendizaje de las matemáticas
- Abordar de manera flexible y creativa la búsqueda de soluciones a problemas
- Demostrar una actitud de esfuerzo y perseverancia (errores como fuente de aprendizaje)
- Manifestar un estilo de trabajo ordenado y metódico (seguir los métodos de RdP)
- Incentivar la confianza en las propias capacidades
- Expresar y escuchar ideas de forma respetuosa
La resolución de problemas es el “corazón” de las clases de matemática, como señala el Premio Nacional de Ciencias Exactas, Patricio Felmer, pues da la oportunidad de “enriquecer la clase mediante el razonamiento y las habilidades de observación, inducción y deducción”. (2)
La RdP y las habilidades para el siglo XXI
La resolución de problemas está considerada una poderosa herramienta para los aprendizajes en el siglo XXI, porque pone en acción los conocimientos. Dado que la movilización de los conocimientos previos no es suficiente para resolver problemas nuevos en muchas situaciones cotidianas, los conocimientos existentes tienen que reorganizarse y combinarse con los nuevos: "las lagunas de conocimiento deben cubrirse a través de la observación y exploración de la situación problemática". (2)
En este sentido, la resolución de problemas es como un viaje con etapas claras, por las que los estudiantes deben avanzar, aún cuando tengan que volver varias veces al punto de partida hasta resolver el problema. En este contexto, son los docentes quienes les proponen distintas travesías a manera de desafíos, para que sus estudiantes desarrollen hábitos de resolución que les permitan crecer en su autonomía.
Los desafíos que se presentan en la sala, exponen a los estudiantes a una situación nueva y, en la medida en que ya hayan debido abordar otros problemas, van a tener cada vez más confianza en su capacidad de resolverlos, adquiriendo una herramienta fundamental para la vida.