Establecimientos de contextos vulnerables de las regiones del Maule, Ñuble, Bío Bío y La Araucanía, son parte de la Red de Escuelas Líderes. En la organización de su encuentro anual, que busca visibilizar experiencias pedagógicas innovadoras, incorporan elementos que promueven una colaboración efectiva.
Una red de mejoramiento escolar es una estrategia de apoyo al sistema educacional que busca encontrar prácticas colaborativas que aporten a la mejora de los procesos escolares. En Chile, existe la Red de Escuelas Líderes, la cual reúne a 110 establecimientos de contextos vulnerables, que han resuelto desafíos a través de proyectos innovadores.
Agrupados en cuatro macrozonas –norte, centro, sur y sur austral-, escuelas y liceos se dan cita periódicamente para intercambiar sus buenas prácticas. Superando barreras geográficas, profesores y directivos se organizan para concurrir a los encuentros semestrales, esfuerzo que da cuenta de la existencia de elementos para una colaboración efectiva.
¿Qué es una colaboración efectiva? Según los investigadores en educación, Santiago Rincón Gallardo y Michael Fullan (en el artículo La Física Social del Cambio Educativo: Características Esenciales de la colaboración eficaz), es aquella que profundiza el aprendizaje y la participación activa de estudiantes y maestros; incrementa la capacidad intelectual y colectiva de profesores y directores para mejorar continuamente los resultados de los estudiantes; y se convierte en una fuerza positiva en la mejora de todo el sistema.
Liderazgo intencional
Para los expertos citados, este tipo de colaboración debe reunir ocho aspectos esenciales. Uno de ellos es emplear liderazgo intencional y facilitación especializada en estructuras horizontales, lo que significa que la red debe elegir y ser gobernada por líderes formales que comanden el respeto del grupo y promuevan el liderazgo de los demás docentes.
Julio Soto, profesor de la Escuela Isidora Ramos de Lebu y coordinador de la macrozona sur, que reúne a escuelas de las regiones del Maule, Ñuble, Bío Bío y La Araucanía, explica que para organizar el encuentro realizado en noviembre al interior del Liceo Mauricio Hochschild de San Pedro de la Paz, los miembros de la red eligieron democráticamente a los encargados regionales, y a la escuela anfitriona.
Estos líderes formales identificaron las distintas capacidades docentes, para que cada uno apoyara a la organización desde sus habilidades y conocimientos. Ejemplo de ello, es que el grupo de Facebook en la que se publican propuestas de innovación pedagógica de cada comunidad educativa, es moderado por una profesora de la macro zona sur, que destaca por sus habilidades comunicacionales.
Interacción y confianza
Otro elemento de una colaboración efectiva es interactuar frecuentemente al interior, es decir, tender a una participación cooperativa. “Creamos un grupo de Whatsapp, en el cual están todos los colegios y sus directivos o profesores encargados. Durante el año compartimos información relevante y nos motivamos para participar de las distintas actividades programadas”, sostiene Julio Soto.
Al desarrollarse el encuentro, converge otro elemento distintivo de la colaboración efectiva. Se trata de las relaciones de alta confianza, que permiten a los miembros del grupo abrirse a reconocer lo que no saben para aprender en público, condiciones previas para el aprendizaje y el crecimiento.
"La macrozona sur ha ido evolucionando en su propuesta. Empezamos con encuentros basados en la exposición de prácticas, probamos pasantías y conferencias de expertos. Ahora, estamos poniendo en el centro la experiencia de las escuelas, tanto las buenas como las malas”, explica el coordinador de la macrozona sur. Así, hay un espacio para el fracaso en las conversaciones, pues se considera útil a la hora de querer replicar prácticas y adecuarlas al contexto socioeconómico y cultural de cada establecimiento.
Desafío
Otro componente de la colaboración efectiva es el aseguramiento de recursos adecuados para sostener el trabajo. En este caso, los organizadores del encuentro y los equipos participantes gestionaron financiamiento a través de herramientas que entrega la Subvención Escolar Preferencial y el apoyo de entidades como municipalidades y corporaciones educativas. Para que este tipo de encuentros encuentren un espacio orgánico dentro de cada comunidad escolar, puntualiza Julio Soto, entre otras cosas “se deben institucionalizar a través del calendario escolar de cada colegio, buscando financiamiento vía PME”
Siguiendo a Santiago Rincón Gallardo y Michael Fullan, otros elementos de la colaboración efectiva son concentrarse en objetivos ambiciosos de aprendizaje vinculados a resultados medibles; mejorar continuamente la práctica pedagógica a través de ciclos de investigación colaborativa; conectar con el exterior para aprender de otros, y formar nuevas alianzas entre estudiantes, maestros, y la comunidad.
Si tu escuela está inserta en un contexto vulnerable y se encuentra implementado prácticas innovadoras que contribuyen a mejorar la calidad de la educación, tu establecimiento puede concursar para ser parte de la Red de Escuelas Líderes ¡Debes estar atento al calendario del concurso 2019 que será publicado en su sitio!