Una forma de acoso que actualmente está golpeando fuerte en escuelas, liceos y colegios con terribles consecuencias para las y los jóvenes es el ciberacoso. ¿De qué forma es posible frenar estás prácticas? ¿Cómo pueden las comunidades escolares participar en esta labor? Descubre algunas ideas en este artículo.
El ciberacoso o ciberbullying es una realidad que va de la mano con el incremento del uso de las nuevas tecnologías y las Redes Sociales en los jóvenes. Lamentablemente, esta práctica se ha propagado en las comunidades escolares y la situación de emergencia sanitaria ha acrecentado esta crisis, debido a la mayor conexión de las y los estudiantes para participar en las clases online.
Seminario: Ciberacoso y Salud Mental en tiempos de Pandemia
Durante el seminario organizado por Fundación Educacional Seminarium, Leli Zamorano y Emanuel Pacheco, fundadores de la Fundación Katy Summer, presentaron datos reales sobre el ciberacoso en las escuelas de nuestro país. De acuerdo con las estadísticas generales se observó que un 49% de las y los estudiantes ha sufrido ciberacoso alguna vez, de los cuales un 47% se autolesiona a causa de esta situación. A estas preocupantes cifras sumamos el dato que solo un 1% de los afectados pide ayuda para solucionar el problema.
¿Cuáles son los escenarios posibles para enfrentar esta realidad? Para entregar ideas y orientaciones a esta pregunta, participaron tres especialistas: Jorge Varela, profesor asistente de psicología de la Universidad del Desarrollo, quien expuso sobre “Predictores individuales, escolares, familiares y comunitarios del ciberacoso”; Cristóbal Hernández, profesor asistente de la escuela de psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez que planteó la pregunta sobre Salud mental y comunidad: ¿Porqué nos duelen los otros? y Christian Berger, Subdirector de investigación y postgrado de la escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que propuso “Estrategias para abordar bullyng y ciberbullying: desde la política pública al aula”.
Dentro de las exposiciones se destacó la importancia del trabajo en comunidad para mejorar el clima escolar, incluyendo políticas públicas como entes necesarios para un resultado sólido. Por otra parte, se enfatizó en cómo la salud mental es un factor de suma importancia a la hora de hablar de acoso y ciberacoso, y de cómo las buenas relaciones entre seres humanos son imprescindibles para mejorar nuestra calidad y esperanza de vida.
Finalmente, las reflexiones generales apuntaron a tratar el ciberacoso desde un aspecto más positivo y amoroso, dejando de lado conductas prohibitivas o sancionadoras, que aumentan el miedo y la desconfianza de las y los jóvenes para hablar sobre sus conflictos con la comunidad escolar. Leli Zamorano invitó a trabajar desde el amor “desde ahí vienen muchas más soluciones que nos involucran a todos, sin dejar a alguien de lado. Aquí estamos mucho más cubiertos y nos acercamos más a la salud, a diferencia de lo que provoca el miedo que nos acerca a la enfermedad”.
Si quieres revivir esta interesante charla y conocer las propuestas de los expositores, te invitamos a mirar el video inserto al final de este artículo.
Participación juvenil en la comunidad
Otro de los ejes principales en la conversación es el rol de las y los estudiantes en las comunidades. No es un misterio que es necesario involucrar a la juventud en los espacios comunitarios y ciudadanos. Sin embargo, muchas veces esta participación no es fructífera, debido a la baja adherencia o poca representatividad que se genera en estas instancias. La causa de esta realidad puede ser variada y dependiente del contexto en que se desarrollen las prácticas participativas. Sin embargo, como portal educarchile estamos interesados en contar experiencias exitosas que puedan ser replicadas en diferentes comunidades.
Ginette Cerna es asistente social encargada del Programa de Salud Mental y Participación Social en CESFAM Panguipulli Región de los Ríos. Desde su experiencia profesional, nos comentó que el año 2015 por mandato de la SEREMI de Salud se creó el Consejo Consultivo de Jóvenes (CCJ), que se constituyó a partir de los centros de alumnos de los liceos de la comuna. A medida que pasaron los años, continuó Ginette, se iban incorporando los nuevos centros de alumnos, pero los antiguos permanecían, lo que amplió el rango etario de esta entidad, ya que muchos ahora están en la educación superior, trabajando o con exámenes libres.
“Desde el comienzo esta labor ha sido intersectorial, se incorporó la Oficina de Protección de los Derechos (OPD), Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), el programa de jóvenes del municipio, Salud y Educación. Con estas instituciones se comenzó a trabajar en planes para la juventud, pero además las y los jóvenes del CCJ comenzaron a plantear sus necesidades e intereses para impactar en las políticas públicas y locales, logrando incluso formar parte del último Plan de Desarrollo Comunal (PLADECO), gracias a la validación que han obtenido de toda la comunidad. Ese ha sido un logro muy importante, que consiguieron con años de buenas prácticas: han logrado ser consecuentes entre lo que dicen y lo que hacen: proponen, trabajan y son capaces de gestionar”.
Entre las temáticas más relevantes para este consejo destacan el cambio climático, el ciberacoso, la salud mental adolescente, la diversidad sexual, la violencia de género, la sexualidad, el VIH y ETS. Respecto a estos temas hay líneas de prevención, información e intervención. Paola González, integrante del CCJ, relató que la confianza y representación se ha ido ganando con la organización y las actividades que realizan. En ellas, escogen alguna de estas temáticas y preparan información y prevención al respecto, junto con muestras artísticas, musicales y de talentos de las y los jóvenes de la comunidad, para aumentar la participación. Respecto al ciberacoso, Paola destacó que “con el trabajo constante, la conversación y la evidencia que el CCJ y quienes trabajan junto con nosotros realmente entrega apoyo y contención, hemos visto que el ciberacoso ha ido bajando en la comunidad, hay un entorno de confianza que permite tratar a tiempo esta problemática”.
“El CCJ ha sido una puerta para que las y los jóvenes desarrollen sus habilidades de liderazgo y trabajo comunitario. Es también un espacio de esparcimiento y expresión, donde se sienten un aporte y que forman parte de la comunidad” comentó Paola González.
Curso de formación: Ciberacoso, un problema que podemos enfrentar juntos
Como portal dedicado a la educación y al apoyo docente, consideramos el ciberacoso una temática relevante que debe ser abordada en todas las instituciones educativas. Pensando en esa premisa es que este año nuevamente presentamos el curso “Ciberacoso: un problema que podemos enfrentar juntos”, con el objetivo que las y los docentes y profesionales de la educación puedan ampliar su formación en este tema, compartir experiencias y trabajar en orientaciones para abordar esta problemática.
La primera temporada de cursos de formación gratuitos concluye el 2 de julio, fecha en la que quienes se matricularon deben subir sus desafíos para completar el ciclo. Si te interesa saber más sobre esta temática te invitamos a matricularte en esta primera temporada o mantenerte atento a nuestras Redes Sociales para informarte sobre las próximas fechas. ¡Inscríbete aquí, aún estás a tiempo!